domingo, 19 de junio de 2016

- Quiero que te quedes a mi lado, se que te puedo hacer feliz.
- Ya es tarde 
- Nunca es tarde, cuando de verdad hay amor.
- Por eso lo es.................. Ya no hay amor.
- (Silencio)
- Lo ves, no tienes nada mas que decir, es mejor que me marche.
- No espera, necesito saber si es verdad lo que estas diciendo.
- (Pequeño silencio incomodo) necesito aclarar mis ideas, y no puedo contigo cerca, me confundes.
- Pero no digas que ya no me amas, si de verdad no es así.
- Lo siento no quiero seguir con esto, tengo que alejar mis demonios para ser feliz.
- Yo quiero combatir tus demonios junto a ti.
- Es algo que tengo que hacer sola.
- Te prometí cuando aceptaste estar conmigo que nunca mas estarías sola.
- Algunas promesas no siempre se pueden cumplir. y esta es una de esas...... lo siento.

Y se marcho en silencio.
Después de eso la esperaba todas las noches mirando por la ventana y una botella de vino arriba de la mesa, el de verdad la amaba tanto que esperaría toda la vida de ser necesario su regreso ya sea para seguir siendo felices juntos o para que ella tomara la mejor decisión para ella y su felicidad. El seria feliz si ella lo era. y así fueron pasando los días y la esperanza iba desapareciendo poco a poco, el comenzó a leer un poemario de una poetisa española mientras esperaba y cada día leía una pagina o un poema dependiendo de que tan largo era hasta que una noche llego a algo que hizo un click en su mente y corazón.
                                                             Dia nueve sin ti:
                                                                    no te olvido,
                                 pero hoy he vuelto a reír de nuevo
y he sentido un anhelo reconfortante al abrir la ventana
          como si el aire barriera los fantasmas de mi suelo

El necesitaba eso un anhelo que barriera el fantasma de ella que aun lo atormentaba, el problema es que no sabia si el problema era ella que ya no estaba mas o que no sabia nada de ella y que la angustia lo estaba matando, quizás era el momento de dejarla partir y ahí llego al ultimo día de ese poemario y entendió todo.

                       Día doce sin ti:
           he conocido a alguien,
                                    soy yo.
Voy a darme una oportunidad

necesitaba darse una oportunidad y salir de la rutina y quizás así o la olvidaba o ella aparecería de la nada y la sorpresa seria hermosa.

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