lunes, 28 de julio de 2014

TEMO

TEMO cd vez que sonríes.
TEMO cundo me mirs de la form en l que solo tu me sbes mirr.
TEMO cd vez que sonríes.
TEMO y cada dí que ps TEMO ms.

martes, 15 de julio de 2014

nace un heroe

Era 1901 la relación entre mortales e inmortales ya estaba algo desgastada, los inmortales se creían los amos de la tierra y por lo tanto se comportaban como tal y los mortales en vista y considerando que no podían hacer nada frente al poderío inmortal se sometían a las duras jornadas de trabajo impuestas por ellos.  Las jornadas de trabajo eran arduas y siempre vigiladas por un inmortal armado por si algún mortal tenía el atrevimiento de rebelarse y dejar el trabajo, cuando algo como eso pasaba el vigía se acercaba al ya condenado a muerte y le pedía amablemente que recogiera su utensilio de trabajo y se dispusiera a trabajar, si el mortal acataba la orden el castigo era algo menor, iba desde perder un dedo hasta perder una mano, sin embargo, si el mortal no aceptaba la orden su destino era perder la cabeza de un solo sablazo.
Los mortales ya no querían seguir recibiendo ese trato y la gran pregunta era como poder vencer a los inmortales, su musculatura era tan sólida como la roca por ende tratar de enterrarles algo en el corazón era imposible, la única debilidad que ellos tenían era que su piel era igual a la piel de un mortal, sin embargo, nadie muere por un rasguño así que saber ese detalle no era de mucho consuelo. La única manera de saber cómo poder acabar con un inmortal era preguntándole a una estrella, sin embargo, el viaje era demasiado largo para un mortal, y demasiado peligroso para cualquiera que valorara su vida. Así que lo único que iba quedando era seguir con el actual régimen autoritario que tanto odiaban.
Y fue un segundo viernes del mes cuando en una casucha lejana a la gran metrópolis de los inmortales una mujer mortal estaba dando a luz al que sería el primer hibrido y la salvación de todos los mortales.  Su nombre era Tristán y desde el momento en que sus ojos miraron al cielo las estrellas sabían que él estaba destinado a hacer grandes cosas.  Tristán nació por el amor que surgió entre el hijo del inmortal más poderoso y la hija del líder de la resistencia mortal al más puro estilo romeo y Julieta, ellos no debían juntarse nunca pero el amor que sentían era más grande que cualquier cosa así que decidieron escapara para que ella pudiera dar a luz a ese maravilloso niño.  Los dos sabían que una vez que naciera él bebe ya no podrían volver a sus vidas normales, sin embargo, el destino les tenía una sorpresa ya que al momento de nacer Tristán ella muere, Tomas toma a Tristán entre sus brazos lo mira con la cara llena de amor y le dice “hijo mío tu estas destinado a grandes cosas, tu madre dio la vida por ti y ahora forma parte del firmamento en el cielo, ella siempre estará mirándote y cuidándote eso nunca lo dudes”. Tomas estaba lleno de dudas no sabía cómo hacer entrar a Tristán a su casa y peor aún si lo logra no sabía si iba a pasar la prueba inmortal para poder formar parte de la familia lo único que sabía era que tenía que volver a su casa y fingir que encontró a ese indefenso bebe y que lo iba a cuidar como si fuera su hijo o por lo menos eso le diría a su padre, lo que suceda después de eso solo las estrellas lo sabían.  Tomas se llenó de valor y comenzó el camino a su casa con Tristán entre sus brazos.
Al otro lado de la ciudad donde los mortales Vivian, cada uno de ellos estaban buscando a la hija del líder, sin embargo, el líder en los más profundo de su corazón sabía que su hija ya no estaba a su lado, así que estaba meditando en su hogar y pidiéndole a las estrellas que guiaran sus pasos a la felicidad, que lo único que quería era que ella fuera feliz donde sea que este.  Después de terminar sus plegarias el líder sale y les dice a sus fieles colaboradores que detengan la búsqueda que su hija se fue por decisión propia y que por favor le pidan a las estrellas que iluminen su camino a la felicidad.
Cuando Tomas llego a su hogar con Tristán entre los brazos su padre lo estaba esperando en la entrada era como si supiese que algo malo estaba sucediendo, Tomas se detuvo dos segundos respiro profundo y siguió caminando al encuentro de la verdad, mientras caminaba no podía dejar de pensar si Tristán pasaría la prueba de la inmortalidad.  Los bebes inmortales no tienen ningún punto débil, hasta su piel es impenetrable, así que cuando un bebe nace se le entierra una espada en el corazón si esta no logra atravesar su pecho es digno de seguir viviendo, en el caso de que no se inmortal muere inmediatamente aunque la espada no llegue a su corazón ya que la hoja está impregnada de un veneno altamente mortal para personas comunes.  Cuando Tomas llego al lado de su padre, antes que él pudiera decir cualquier cosa, su padre hablo:
-       ¿Dónde estabas Tomas?
-       Caminando por las calles padre y mientras lo hacía encontré a esta criatura llorando atrás de un basurero y lo quiero criar como si fuera mi hijo
-       Mmmm comprendo, pero antes de eso tiene que pasar la prueba de la inmortalidad. Tú ya sabes las reglas.
-       Si lo se
-       ¡Tráiganme la espada de iniciación inmediatamente!
El corazón de Tomas no podía resistir más lo único que quería era que Tristán pudiera pasar el ritual y después sería tratado como el heredero de la corona así que el hecho que no tuviera madre no sería gran cosa.
De pronto se escucha a un guardia acercarse con la espada.
-       Mi señor aquí está la espada.
-       Muy bien, Tomas como tu trajiste a esta inocente criatura hasta acá, tú serás el encargado del llevar a cabo el ritual y por las estrellas espero que sea uno de nosotros, no me gustaría que cargaras con la muerte de un ser indefenso.
Tomas tomo la espada y mientras le rogaba a las estrellas que su hijo pudiera pasar la prueba dirigió la espada hacia el corazón de Tristán.  Gracias a las estrellas Tristán tenía la resistencia de un inmortal es más la espada se dobló apenas toco el pecho del bebe.  El padre de Tomas quedo asombrado del poder que tenía el pequeño así que esbozó una sonrisa y dijo:
-       Muy bien Tomas a partir de ahora este niño será tu hijo ¿Cuál será su nombre?
-       Tristán ese será nombre, Tristán Catfield futuro emperador de Truler.  


martes, 10 de junio de 2014

Boceto #2

Mi bella Ana hace mucho tiempo que quiero decirte cuanto te amo pero nunca encuentro el momento para hacerlo.

Mi bella mujer siempre te miro cuando pasas por el frente de mi ventana con esa sonrisa tan hermosa que solo tú puedes hacer.

Mi Ana no sabes cuantas veces he querido decirte MI ANA porque quiere que seas mía y solo mía. Todos los días pienso en ti y en las miles de cosas bonitas que te diría, sin embargo, nunca me atrevo a cruzar el umbral de mi puerta para encontrarme con tu bello rostro, me da algo de vergüenza debo reconocerlo o quizás no es vergüenza, a lo mejor es miedo a tu reacción, así que, prefiero quedarme aquí en mi silla en la habitación de siempre a la misma hora de siempre esperando que por esos 30 segundos o quizás menos que dura tu "visita" poder trasladarme a ese mundo utópico que tanto anhelo tener junto a ti.

Quizás muchos de las personas que me ven no entienden lo que siento por ella ya que nunca le he hablado pero a todos ellos yo les digo es como si la conociera de toda la vida, hay algo en ella que me dice que estamos destinados a estar juntos si solo supiera si ella siente lo mismo que yo. Quizás las estrellas del cielo saben la respuesta pero para que me digan algo tendría que volar hasta el cielo y preguntarles.

miércoles, 2 de abril de 2014

Novela

Capitulo uno

Tristán no te vayas aun te amo me gritaba desde la puerta de su departamento mientras yo me alejaba entre lágrimas porque aun la amaba desde lo más profundo de mi ser, sin embargo, sabía que no podíamos estar juntos, que nuestros sueños eran incompatibles y que lo mejor era separarnos ahora y no cuando el amor fuera más grande y por ende el dolor en la separación también, está a sido la decisión más difícil en toda mi vida, mi corazón me dice que voltee a ver esos ojos que tanto busque y que me dé cuenta que con ella está mi camino, pero sé que no es así, sé que si me quedo a su lado solo la haría sufrir, porque  solo eso se hacer generar sufrimiento en las personas que más quiero y a ella de verdad la amo y por eso debo alejarme y junto a mi  alejar esta maldición de ella, no quiero que sea consumida  junto a mí, no quiero verla sufrir de verdad que no. Para entender de lo que estoy  hablando primero tengo que contarles de que se trata esta maldición que me atormenta y no me deja estar al lado de mi amada Nieves, todo comenzó  hace casi 200 años atrás cuando yo nací, vengo de una familia de inmortales he visto pasar muchas cosas pero esa es otra historia, lo que hoy me trae hasta mi nacimiento fue lo que me dijo mi padre a penas salí del vientre de mamá lo recuerdo porque esa frase me dejo marcado de por vida mi padre me dijo –Tristán si de verdad amas a alguien aléjate es lo mejor que puedes hacer, yo ame a tu madre y ella me acepto, ahora sufre porque sabe que  te tengo que alejar de ella  y que nunca más la veras, hijo lo siento pero esta es mi herencia.-  esas palabras las tengo tatuadas en mi corazón, no poder sentir lo más hermoso del mundo. Valla que herencia me dejo mi papá. Esa es mi pena no poder ser amado y peor aún no poder ser amado por ella, la luz de mis ojos, Nieves era la mujer perfecta para cualquiera y yo la tenía a mi lado, me había elegido a mí y no podemos estar juntos.   Al principio de los tiempos no entendía por qué, hasta que una vez decidí abrir mi corazón a alguien ella se llamaba Emilia, era una joven campesina que trabajaba para una familia de españoles, ella no era una criada cualquiera era la protegida del señor Andrés un hombre robusto de larga barba y poca cabellera. Emilia era una mujer, sencilla, amable, hermosa, recatada como todos en esos tiempos.  Yo me dedicaba a la carpintería y trabaja también para el señor Andrés, le confeccionaba los muebles y todo lo que él pidiera. Un día iba a dejar una cajonera que me habían pedido y la vi, sus ojos me cautivaron inmediatamente era perfecta, hermosa y más importante aún era autentica, quede cegado desde la primera vez que la vi, mi corazón latía a mil por hora, era como si se fuera a salir de mi pecho, en esa ocasión me olvide de todo incluso de la famosa herencia, recuerdo que cuando la vi de la impresión no me fije que mi pie estaba debajo de la cajonera y cuando la fui a bajar para saludar y pedir permiso para entrar, la deje caer encima de mi pie izquierdo, trate de disimular lo más que pude el dolor, lo que al parecer  no fue suficiente mi cara me delataba, sin embargo, valió la pena ese dolor la vi sonreír y me enamore, la empecé a buscar, la invitaba  a salir con la autorización de don Andrés que la cuidaba como a una hija y comenzó a escribirse nuestra historia de amor estábamos hechos el uno para el otro, definitivamente ella era mi alma gemela y fue ahí cuando me di cuenta del poder de esta maldición cada día que pasábamos juntos el tiempo la consumía más y más, cada maldito día que pasaba a mi lado ella se avejentaba demasiado era como si su vida tuviera fecha de expiración y lo nuestro la adelantaba, nuestro amor no duro más de dos semanas y fue ahí cuando entendí  lo que papá me dijo y por qué me alejo de mi mamá.  Personas como yo no podemos ser amadas, estamos destinados a una vida llena de soledad.   Desde entonces comencé a viajar por todo el mundo a conocer lugares exóticos y hundirme en esta profunda soledad, no quería que nadie más saliera lastimada por mi culpa, no pasaba mucho tiempo en los lugares que visitaba para no encontrar a otra Emilia y volver a enamorarme y verla morir entre mis brazos no podría soportar llevar otra muerte sobre mis hombros.    

Capítulo 2    

Creo que es hora de contarles como conocí a Nieves, lo recuerdo perfectamente era primavera yo estaba sentado en una banca de la plaza que estaba cerca de mi oficina tomando un poco de aire, esperando que la hora de colación terminara para continuar trabajando, cuando por la acera del frente iba caminando una chica que no dejaba de estornudar, me pare y me acerque a ella, cuando me miro era Emilia su imagen estaba en cada parte de ella, no lo podía creer todo lo que había luchado para no encontrar a otra mujer como Emilia fue en vano, ahí estaba parada frente a mi trate de disimular mi sorpresa y con una voz disfrazada le ofrecí un pañuelo, ella con una sonrisa tímida solo asintió con la cabeza, saque el pañuelo del envase y se lo pase me dijo muchas gracias y cuando ella se alejaba de mí una fuerza sobrenatural me hizo tomarla del hombro y preguntarle su nombre, me miro con una cara entre miedo y sorpresa y me dijo me llamo Nieves y ¿tu?.  Yo no sabía que hacer le respondo o no, algo me decía que si seguía esta conversación no podría dejarla ir nunca más así que, le invente un nombre le dije me llamo Matt mucho gusto.  Ella me sonrió, miro su reloj y con cara de susto me dijo oh disculpa estoy muy atrasada me tengo que ir un placer Matt y gracias por el pañuelo de verdad lo necesitaba. Y desapareció me quede un rato parado, pensando en que quizás solo fue una coincidencia y que no la volvería a ver nunca más, eso me dejo un poco más tranquilo, quizás el destino me estaba jugando una broma, aunque así fuera yo sabía lo que tenía que hacer, me tenía que ir de ahí lo antes posible no podía correr el riesgo de volverla a ver porque no iba a ser responsable de mis actos, quizás esta vez pude contener el impulso de tomarla por los brazos y besarla pero yo sabía que no era capaz de hacerlo.  Rápidamente subí a la oficina de mi jefe para decirle que tenía que viajar de manera urgente y que no podía seguir trabajando para él y que por favor me trasladara a otra sucursal, cuando abrí la puerta miro a mi jefe, el me mira con cara de sorpresa y me dice  –Tristán que bueno que aparezcas por acá justo quería hablar contigo, mira ella es Nieves y a partir de hoy trabajara con nosotros, y me encantaría que tú le enseñaras todo lo que debería saber acerca de nuestra empresa ¿hay algún inconveniente? Maldición lo que me faltaba la razón de mi visita a la oficina de mi jefe estaba sentada al frente mío mirándome y quizás preguntándose ¿no se llamaba Matt? - Ningún problema- dije sin pensar- yo le hare saber todo lo necesario, y después tengo que pedirle un favor. - ¿No querrás que te traslade otra vez?-me pregunto con tono burlo - Jajajaja no, no se preocupe es otra cosa- maldición tendré que hacer todo lo posible para convivir con ella y que no se dé cuenta que sin razón alguna ya la amo. - Muy bien, entonces Nieves te presento a Tristán el será tu guía a partir de hoy y bienvenida a la editorial sueños. - Muchas gracias señor, le prometo que no se arrepentirá. Nieves se acercó a mí, me miro por unos instantes, espero a que saliéramos de la oficina y con una sonrisa coqueta me dijo. -así que Tristán Solo me quede en silencio, y me ruborice completamente - Jajajaja no te preocupes pero ahora que se tu verdadero nombre tengo una pregunta ¿el pañuelo no estaba usado no cierto? - No te preocupes era un pañuelo limpio, quisiera pedirte perdón por no decirte mi verdadero nombre, ahora me presento soy Tristán y escribo para esta editorial. - Mucho gusto Tristán, debo confesar que me gustaba más Matt, pero está bien. - ¿Tu porque estás aquí? - A verdad yo seré una de las editoras de esta empresa y me encantaría trabajar contigo siento que tenemos una conexión especial  ¿tú no? - La verdad que si- No le podía mentir a Emilia y aunque no lo quiera admitir ella era Emilia. Cuando llegue a mi departamento no podía dejar de pensar en Nieves y en el parecido que tenía con Emilia y aunque ya hayan pasado casi 100 años de su muerte mi amor por ella aún no se extinguía.          

CAPITULO 3

Cuando llegue a la oficina ella ya estaba ahí esperándome ansiosa por empezar su primer día de trabajo,  mientras yo lo único que quería era que ese día terminara lo más rápido posible para no cruzarme con ella otra vez, sé que suena egoísta pero mis razones eran lo suficientemente fuertes para querer eso.  Comenzamos el recorrido, mientras caminábamos no podía dejar de mirarla, de ver el parecido que tenía  con Emilia y lo único que había en mi cabeza eran las ganas de salir huyendo de ahí para no verla más, sin embargo, había algo más fuerte que me impedía hacerlo solo tenía que ser fuerte y no caer entre sus brazos, no debía por ningún motivo enamorarme de ella aunque ya sentía un cosquilleo en el estómago cada vez que la veía era extraño volver a sentir y esa sensación pero no podía evitarlo.  Cuando llegamos a la que iba a ser su oficina le dije: - Esta es tu oficina espero que sea de tu agrado, puedes hacer lo que quieras con ella. - Muchas gracias, espero que esta sea el inicio de una larga amistad. Me marche, cerré la puerta de su oficina y me dirigí a la cafetería, necesitaba algo dulce para poder pensar bien, prendí la cafetera que tenía un sonido extraño como si fuera a explotar, pero a nadie le importaba al parecer, desde que llegue tenía ese sonido peculiar, las primeras veces preguntaba siempre pero todo el mundo me decía que con el tiempo me iba a acostumbrar al sonido y que cuando explotara la iban a cambiar, ya llevo casi cuatro años aquí y aun la tan esperada explosión no ha llegado, lo único bueno de ese sonido que cuando la habitación estaba en silencio uno ya sabía que estaba listo el café, no era un café maravilloso pero con un poco de leche sabia bastante bien , me serví en un vaso de cartón porque se me había quedado en casa mi tazón del mejor escritor del mundo (fue un regalo que me hizo una admiradora, siempre llegan cartas preguntando si va a ver alguna segunda parte de mi libro, que trato de responder, pero había algo en ese jarrón que me gusto así que lo usaba a diario) y cuando me disponía a darle el primer sorbo a lo lejos escucho una voz femenina que dice - ¿no te molesta que te diga Matt no cierto? - sonreí – no te preocupes no me molesta, ¿necesitas algo? - La verdad es que sí, quiero saber dónde puedo fotocopiar unos documentos, creo que se te olvido mostrarme eso en el recorrido - Jajajaja verdad, lo siento sígueme queda por acá - Ok, te sigo Caminamos hasta la sala de fotocopiado, en completo silencio no sabía que decirle, tenía miedo de dar a conocer mis sentimientos, cuando llegamos le mostré la máquina, le enseñe como se usaba y las trancas que tenía. - Gracias Matt ¿o prefieres Tristán? - Jajajaja como quieras- le dije mientras mi cara se tornaba de un color rojo profundo que esperaba no viera. - Ok te diré Matt.  Me parece tierno cuando te pones rojito.- me dijo con una cara llena de picardía - ¿Enserio? No sabía que se me notara tanto Jajajaja - Si se te nota, bueno me tengo que ir tengo trabajo que hacer un placer volver a hablar contigo, nos vemos. - Chao nos vemos. Y desde ese encuentro no la volví a ver por ese día lo que fue como un alivio torturante porque la quería ver, necesitaba verla, su mera presencia era como una droga sabes que no puedes tenerla pero inconscientemente la debes tener.

viernes, 31 de enero de 2014

cuando el amor golpea tu puerta capitulo numero 2

La ansiedad me está matando, lo único que quiero es verla una vez más y nunca más dejarla ir, pero no sé qué hacer para tenerla frente a mí.  Como me gustaría que ese teléfono sonara y del parlante se escuchara su maravillosa voz de ángel y que me digiera –hola soy Isidora leí por ahí que me estás buscando, podríamos juntarnos-. 
Pero a quien estoy engañando eso solo pasa en las novelas de amor y nunca en la vida real.  Cuando de la nada el teléfono comenzó a sonar, ansioso me acerque y con una voz temblorosa dije –hola con quien hablo- al otro lado del parlante una voz de unos niños riendo y diciendo –jajajaja jamás la encontraras si esperas sentado en tu sofá- y cortaron.  Al comienzo me dio rabia, sin embargo, las palabras de esos niños tenían bastante sentido, nunca la iba a encontrar si me quedaba en mi casa, ya era hora de salir a buscarla y ponerle fin a mis dudas.  Grabe un mensaje nuevo en la contestadora  -hola soy tomas, si sabes algo de Isidora deja tu mensaje y si eres ella por favor deja tu número que te llamare a penas lo escuche- después de eso emprendí rumbo al mismo lugar donde su pelota me golpeo para ver si alguien sabía algo de ella o mejor aún si ella aún estaba allá.  Cuando llegue, me di cuenta que cerca habían unas cabañas y sin pensarlo me acerque, quizás allá estaba ella esperándome, bueno no exactamente esperándome pero quizás se albergaba en ese lugar, me acerque a la recepción y pregunte -¿aquí se alberga una señorita llamada Isidora?- la señorita me miro con cara de extrañeza y dijo con una voz llena de incertidumbre-¿Isidora cuánto?- mi rostro se debió haber desfigurado de tal manera que ella solo sonrió y dijo –no importa creo que con el puro nombre puedo hacer algo- debo admitir que me sentí aliviado. Y así por saber dijo la recepcionista ¿porque la está buscando? Esboce una sonrisa y dije –ella es el amor de mi vida y necesito encontrarla- me miro con una cara de extrañeza y me dijo -usted tiene suerte hay solo una Isidora en la lista y se va mañana, no debería decirle pero está en la cabaña numero 12 al fondo, y si alguien le dice algo usted dice que es de mantenimiento acá nadie los conoce- me guiño el ojo y partí rápidamente a la cabaña número 12 con toda mi ilusión puesta en que ella estuviera ahí y terminar de una buena vez con esta búsqueda. Cuando llegue a la puerta mi estómago se apretó de tal manera que nada podía ni bajar y mucho menos subir, un sudor frio paso por mi cuerpo mientras mi mano empuñada se acercaba a la puerta golpee tres veces, sin embargo, nadie salió a abrir, cuando ya comenzaba a retirarme lleno de tristeza, unos pasos se escucharon y una voz gritando -¡no se vaya, no se vaya, ya voy!- mi corazón se detuvo por medio instante no podía creer quizás si era ella, estaba tan ansioso lo único que quería saber era si la persona que abriría esa puerta era ella, cada segundo que pasaba era más largo que el anterior, es como si el mundo se conspirara en mi contra y le gusta verme sufrir. Esta agonía de no saber si es ella o no la mujer de mis sueños, entre tanto pensamiento la puerta se fue abriendo y una silueta fue apareciendo, cuando la puerta ya estaba abierta ella se asomó para ver quién era y la desilusión se adueñó de mi si bien ella se llamaba Isidora no era mi Isidora.


El camino a mi casa fue rápido, solo podía pensar en la señorita que abrió la puerta, y que por medio instante tenía la ilusión de que ella fuera el amor de mi vida.  Jamás pensé que sería fácil encontrarla pero debo admitir que cuando la señorita de la recepción me dijo que en la cabaña número 12 se estaba hospedando una señorita llamada Isidora me llene de ilusión y esperanza, pero que se le va  a hacer ya no era y no me puedo rendir en el primer tropiezo, quizás en la contestadora hay algún mensaje que me de algún detalle de ella o quizás mejor aún ella llamo y me dejo su número.

domingo, 26 de enero de 2014

¿entrar o salir?

Entrar o salir?
Es tu decisión
No me voy a oponer a ninguna de las dos

Si tu decisión es irte,
Con tristeza miraré tu espalda
Y agitaré mi mano
Para desearte buena suerte

Si por el contrario entras,
Te abrazaré fuertemente
Esperando que no quieras salir
Ni soltarte de mis manos, nunca mas

La puerta está abierta...