viernes, 31 de enero de 2014

cuando el amor golpea tu puerta capitulo numero 2

La ansiedad me está matando, lo único que quiero es verla una vez más y nunca más dejarla ir, pero no sé qué hacer para tenerla frente a mí.  Como me gustaría que ese teléfono sonara y del parlante se escuchara su maravillosa voz de ángel y que me digiera –hola soy Isidora leí por ahí que me estás buscando, podríamos juntarnos-. 
Pero a quien estoy engañando eso solo pasa en las novelas de amor y nunca en la vida real.  Cuando de la nada el teléfono comenzó a sonar, ansioso me acerque y con una voz temblorosa dije –hola con quien hablo- al otro lado del parlante una voz de unos niños riendo y diciendo –jajajaja jamás la encontraras si esperas sentado en tu sofá- y cortaron.  Al comienzo me dio rabia, sin embargo, las palabras de esos niños tenían bastante sentido, nunca la iba a encontrar si me quedaba en mi casa, ya era hora de salir a buscarla y ponerle fin a mis dudas.  Grabe un mensaje nuevo en la contestadora  -hola soy tomas, si sabes algo de Isidora deja tu mensaje y si eres ella por favor deja tu número que te llamare a penas lo escuche- después de eso emprendí rumbo al mismo lugar donde su pelota me golpeo para ver si alguien sabía algo de ella o mejor aún si ella aún estaba allá.  Cuando llegue, me di cuenta que cerca habían unas cabañas y sin pensarlo me acerque, quizás allá estaba ella esperándome, bueno no exactamente esperándome pero quizás se albergaba en ese lugar, me acerque a la recepción y pregunte -¿aquí se alberga una señorita llamada Isidora?- la señorita me miro con cara de extrañeza y dijo con una voz llena de incertidumbre-¿Isidora cuánto?- mi rostro se debió haber desfigurado de tal manera que ella solo sonrió y dijo –no importa creo que con el puro nombre puedo hacer algo- debo admitir que me sentí aliviado. Y así por saber dijo la recepcionista ¿porque la está buscando? Esboce una sonrisa y dije –ella es el amor de mi vida y necesito encontrarla- me miro con una cara de extrañeza y me dijo -usted tiene suerte hay solo una Isidora en la lista y se va mañana, no debería decirle pero está en la cabaña numero 12 al fondo, y si alguien le dice algo usted dice que es de mantenimiento acá nadie los conoce- me guiño el ojo y partí rápidamente a la cabaña número 12 con toda mi ilusión puesta en que ella estuviera ahí y terminar de una buena vez con esta búsqueda. Cuando llegue a la puerta mi estómago se apretó de tal manera que nada podía ni bajar y mucho menos subir, un sudor frio paso por mi cuerpo mientras mi mano empuñada se acercaba a la puerta golpee tres veces, sin embargo, nadie salió a abrir, cuando ya comenzaba a retirarme lleno de tristeza, unos pasos se escucharon y una voz gritando -¡no se vaya, no se vaya, ya voy!- mi corazón se detuvo por medio instante no podía creer quizás si era ella, estaba tan ansioso lo único que quería saber era si la persona que abriría esa puerta era ella, cada segundo que pasaba era más largo que el anterior, es como si el mundo se conspirara en mi contra y le gusta verme sufrir. Esta agonía de no saber si es ella o no la mujer de mis sueños, entre tanto pensamiento la puerta se fue abriendo y una silueta fue apareciendo, cuando la puerta ya estaba abierta ella se asomó para ver quién era y la desilusión se adueñó de mi si bien ella se llamaba Isidora no era mi Isidora.


El camino a mi casa fue rápido, solo podía pensar en la señorita que abrió la puerta, y que por medio instante tenía la ilusión de que ella fuera el amor de mi vida.  Jamás pensé que sería fácil encontrarla pero debo admitir que cuando la señorita de la recepción me dijo que en la cabaña número 12 se estaba hospedando una señorita llamada Isidora me llene de ilusión y esperanza, pero que se le va  a hacer ya no era y no me puedo rendir en el primer tropiezo, quizás en la contestadora hay algún mensaje que me de algún detalle de ella o quizás mejor aún ella llamo y me dejo su número.

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